Reconversión



Supongo que a pocos de los de mi generación les será extraño aquel recuerdo que, siendo niños, nos dejaron las imágenes de los trabajadores de astilleros en guerra contra el mundo por el cierre de sus fábricas. Las barricadas de neumáticos ardiendo en la carretera y el lanzamiento de material pirotécnico con improvisados bazucas, abrían el Telediario en la Primera.
Otro ejemplo, también en los ochenta, pero menos espectacular, fue el que nos hizo sacrificar miles de vacas para aminorar la producción de leche por orden de la Comunidad Económica Europea, en la que España acababa de entrar. Al parecer exceso de producción hacía que el litro fuera “demasiado” barato; y el hermano de mi abuelo se quedó sin sus 12 vacas lecheras, previa promesa de compensación económica, que como en astilleros, era a todas luces insuficiente. Hoy en día estas políticas se siguen haciendo[1] y son necesarias.
Podríamos poner numerosos casos más de industrias, empleos y vidas que deben cambiar por distintas circunstancias, generalmente alejadas del control del trabajador y su familia. Situaciones dolorosas, conflictivas y ruinosas, que en la mayoría de escenarios se cobran mucho más que unos simples daños económicos.

En nuestra ciudad, por motivos distintos pero conexionados, se están dando reconversiones en sectores de interés, que vamos a analizar seguidamente.

Cultural

En otros artículos de Vecino 2.0 hemos analizado el cambio cultural y religioso que sufre Melilla; utilizamos con modesto acierto este verbo, sufrir, ya que el trastoque personal en estos temas causa amplias fatigas a los afectados, directamente proporcionales a su inflexibilidad moral, e inversamente a su nivel cultural o lector.
Pero no hablamos de ceder, de perder o cambiar la cultura, costumbres o creencias propias por otras, sino la de tolerar, acoger e, incluso, participar de la del otro. El poder de flexibilidad y adaptación a la nueva realidad, nos hará libres. Aceptar las nuevas mayorías censales, es el primer paso.
Y sin llegar a cortar calles ni quemar neumáticos, claro está, pero sin dejar de reivindicar lo propio como parte del todo; conservando para que la mezcla siga siendo atractiva, más si cabe que la anterior y la actual, con demasiada estanquidad entre los distintos aljibes.
Dentro de esta sección, sobre la reconversión cultural en Melilla, debemos comentar la extremada polarización del voto cuando se trata de mandar a un solo diputado a Madrid, por el sencillo sistema de tener, al menos, una papeleta más que tus oponentes. El mapa[2] de los resultados por distritos es clarificador, con una meridiana división norte/sur, pobre/rico, imazighen­/europeo. Lo que nos debería hacer reflexionar sobre la influencia de la cultura en las decisiones de gestión de lo público y si, como parece, nos divide más que nos une. ¿Partidos políticos o partidos culturales/religiosos? El cariz que puede tomar esta dicotomía podría derivar en una reconversión social difícil de soportar.

Movilidad

Seguimos con temas recurrentes tratados en nuestros artículos, desde la perspectiva de esos cambios en nuestra manera de vivir que nos van a afectar de pleno y que serán problemáticos hasta que, si ello llega, se resuelvan o se disuelvan.
Estamos en plena reconversión de la forma en la que nos desplazamos por la ciudad. Por ahora con acciones tímidas y poco valientes de la administración, seguramente por la fuerte resistencia de parte de la población a las decisiones tomadas.
Conocer la señal S-28, entender la nueva morfología del barrio Industrial, o respetar el entramado de señalización horizontal en el carril bici, necesitará de una reconversión en los usos de peatones, ciclistas y conductores. Con mayor o menor acierto, todo ello es necesario ante la superpoblación de vehículos a motor, consecuencia del aumento del número de residentes en la ciudad y de las nimias medidas disuasorias de su uso.
Y todavía quedan más medidas, que llegarán. Y más drásticas por supuesto, prepárense: aumento de los impuestos al coche –no es posible que en una ciudad tan limitada en lo que a espacio público se refiere, sea tan barata la adquisición, el uso y el mantenimiento-, limitación en el aparcamiento gratuito y aumento de las zonas de estacionamiento de pago, y transformación del espacio público, de exclusivo para el coche a compartido –o exclusivo- para el peatón. Pero no teman, tarde o temprano deberán compensar todo esto con ayudas a la movilidad alternativa, a la que nos invitan: mejora en el transporte público, ayuda y fomento al carsharing, ciclistas y peatones, etc.


Modelo económico

Melilla se muere”. Cuando hablamos de los alquileres, en un artículo de Vecino 2.0, ya analizamos esta situación y dimos cierta receta para empezar, de veras, la reconversión comercial en el centro de la ciudad. Pero el problema del que hablamos afecta mucho más que a unos locales que no se arriendan. El fin del comercio atípico, tanto el legal como el ilegal –en Marruecos-, es un problema de ciudad que está afectando a muchos melillenses y a muchos marroquíes. Por ahí es por donde se muere Melilla, con la pérdida de poder adquisitivo de los dueños de los negocios y, sobre todo, de los trabajadores de las empresas implicadas en este extinto negocio. La lista es larga y seguramente difícil de cerrar: comercios, transportistas, aduaneros, estibadores, empresas de mantenimiento y suministro de todos ellos, en un primer lote. En un segundo plano el resto de los servicios y comercios de la ciudad, que pierden clientes, los afectados del primer grupo. Y después de la aminoración en la nómina, vendrá el paro.
¿Veremos barricadas y neumáticos arder en la Avenida?
Lo dudo, pese a que la situación familiar de muchos lo merecería. Han sido varias las concentraciones y manifestaciones[3] que, desde la sociedad civil, se han organizado de manera loable pero a las que apenas han ido los afectados en primer grado y algún representante de algo que, por interés, quiso foto. La baja repercusión de estas protestas tiene dos culpables. Uno, la habitual escasez de empatía y solidaridad de la sociedad melillense, que unida a la falta de necesidad y el exceso de gratuidad y subvención, nos vuelve inamovibles de nuestro sofacebook, permítaseme el palabro. Y dos, el erróneo planteamiento que desde la plataforma principal de las protestas se ha llevado, perdiendo la simpatía del “David” que por defecto tendrían como afectados, y politizando a diestro y siniestro sus declaraciones y actividades.
Cerrando el breve análisis sobre este sector en crisis, muy importante para la ciudad y que por causas externas e internas sufre una reconversión, debemos repartir la culpa de la situación en proporción a la claridad sobre la posible solución. Es decir, he hablado mucho sobre el problema con amigos que lo están soportando por su trabajo o actividad económica, y ante la pregunta de qué harías tú, apenas salen de la culpabilidad de Marruecos y de intentar doblegar su voluntad de ahogar Melilla bajo la excusa del desarrollo de la provincia de Nador. Una opción utópica y de poco peso en el mundo real y que desenmascara a los dedos acusadores, ya que no hay culpables únicos y directos, y a muchos se les ha enterrado en vida injustamente por esto.

Reconversión política

Y se armó el belén. Tras casi 20 años de gobierno del Partido Popular en la ciudad, un espectacular pleno de investidura terminó con este ciclo, abriendo las puertas del Palacio de la Asamblea a la mayoría de partidos de la oposición hambrientos de poder, regeneración y, casi, venganza. Sin entrar a evaluar los aciertos y fallos del anterior gobierno, es evidente que tras tanto tiempo en el poder se generan rutinas y hábitos no recomendables en la gestión de lo público. La regeneración, interna y externa, en la propia organización y en sus cargos públicos, es indispensable para la higiene democrática.
Esto, unido a un cambio de ropajes en los antiguos miembros de la oposición, ahora en el gobierno, untados de moderación en sus nuevos discursos –también de esperanza y optimismo-, generó en la ciudadanía cierto clima de cambio, para mejor.
Esta euforia, que era literal en muchos casos, se topó con la realidad de la legislación y las sentencias judiciales en algunos casos, y con los presupuestos y las reservas de crédito en otros. El gobierno se pone en punto muerto y se deja llevar, tapando los agujeros que van saliendo. A partir de los presupuestos de 2020 serán ellos mismos.


Nuevo gobierno, extraído de la portada de El Faro de Melilla (13/12/2019)

Además surge un stopper más: la sentencia[4] que recientemente dicta que para ser consejero hay que ser cargo electo, es decir, ser diputado de la Asamblea. Esto deja sin mando a varios “vices” y consejeros, siendo los más importantes los de Bienestar Social y, sobretodo y sobre todos, el de Hacienda. La mini-reconversión que se tendrá que hacer en el Consejo de Gobierno no es poca cosa. Dos detalles: En primer lugar, se va a forzar por fin una reducción de cargos y del gasto en sueldos del gobierno, lo que tantos llevaron en campaña, ahora será una realidad, bienvenida sea. En segundo lugar, se vuelve a dejar claro la falta de banquillo en las listas de los partidos por las vueltas y vueltas que están dando a los folios de la sentencia en busca del agujero de escape, en vez de afrontar la responsabilidad de gobierno con los 13 electos disponibles. ¿Acaso no son válidos?
Más allá del accidente comentado en el párrafo anterior, ¿no hay ejemplos de la reconversión política que titula este apartado? Sí, los hay, pongamos dos encima de la mesa.

Se corta el grifo a la financiación, póngase subvenciones o contratos, a los medios de comunicación locales aludiendo el excesivo gasto que se produce, más llamativo aún al compararlo con ciudades de tamaño similar al nuestro. Políticamente la nueva oposición critica la estrategia de estrangulamiento económico a los medios como forma de conseguir silenciar las posibles críticas al gobierno, incluso doblegar la independencia de ellos.
La citada sobredimensión de la inversión en publicidad de la administración anterior, provocaba sin duda un número artificial de medios, que vivían principalmente de los ingresos por publicidad institucional, y que apenas realizaban esfuerzos comerciales por captar publicidad privada. La reconversión actual les llevará a buscar clientes fuera de la Ciudad Autónoma, pero a sabiendas de que no les llegará para las nóminas actuales, por lo que debemos esperar –más pronto que tarde- una serie de despidos, cierres y fusiones dentro del sector periodístico de la ciudad.
Sus barricadas se están dando en forma de no asistencia a ciertos actos institucionales, que antes se cubrían, pero que no son relevantes, provocando pérdida de repercusión para el gobierno y de información para los ciudadanos. Sus neumáticos ardiendo son las duras críticas a la gestión del gobierno que se hacen desde sus editoriales y desde sus redes sociales[5].

Y dos. ¿Qué hacemos con todos los cargos políticos que generó el anterior gobierno? Hablamos de consejeros, viceconsejeros, directores generales, directores provinciales, personal de confianza, presidentes de empresas públicas, asesores, etc. Reconversión, evidentemente. El plan B de esas personas habrá sido dispar, desde el que tenga mejor futuro fuera de la vida pública por su quehacer privado, hasta el que tal vez el cambio le pilló por sorpresa y no había preparado bien su porvenir. De todo habrá, pero no son pocos.
En realidad el término reconversión no es aplicable en su definición más pura para estos casos, ya que el sector no sufre. En principio se trata de un cambio de caras, ya que los partidos del nuevo gobierno ocuparán esos puestos con sus afiliados, simpatizantes y cargos electos. El problema se está dando cuando dentro de sus grupos de confianza no se encuentra a tanto personal adecuado, es decir, no tienen a gente que, además de preparada y de su misma ideología, acepte el cargo que le proponen.
Este escollo podría parecer menor, pero fuerza situaciones. Por ejemplo la reconversión política del personal que quiere permanecer en su puesto y que fue nombrado por el anterior gobierno. Desde fuera, podemos confiar en su profesionalidad, pero el que deposita en él su confianza de gestión tendrá que revisar dos veces lo que se le presente a firma. Y en sentido contrario, cuando el nuevo dirigente quiere proponer algún tema a su staff técnico exigido de sigilo y privacidad, pero no encuentra esa seguridad, puede llegar a temer hasta al funcionario de carrera, marca blanca, e intentar propasarse con sus derechos adquiridos, baluartes de la democracia. Esa reconversión forzada sí tendrá sus barricadas y bazucas, pero en los juzgados.

Vivimos tiempos de cambio en los que, como nunca, debemos aplicar la máxima atribuida a Albert Einstein, “entre las dificultades se esconde la oportunidad”.




[1] Campo Gallego (31/05/2016). La UE abre el debate sobre el sacrificio de vacas, tras aumentar 100.000 en un año. Visto en: http://www.campogalego.com/es/leche/la-ue-abre-el-debate-sobre-el-sacrificio-de-vacas-tras-aumentar-100-000-en-un-ano/
[2] Andrino, Borja y otros. El País (12/11/2019). El mapa del voto en toda España, calle a calle. Visto en: https://elpais.com/politica/2019/11/11/actualidad/1573498548_290179.html
[3] DN, El Faro de Melilla (19/11/2019). La Plataforma organizará una marcha en Madrid con Ceuta si no hay mejoras. Visto en: https://elfarodemelilla.es/plataforma-organizara-marcha-madrid-ceuta-mejoras-situacion/
[4] DN. El Faro de Melilla (15/11/2019). De Castro: “Tengo la decisión tomada, pero quiero esperar al informe. La sentencia hay que cumplirla”. Visto en: https://elfarodemelilla.es/de-castro-tengo-la-decision-tomada-pero-quiero-esperar-al-informe-la-sentencia-hay-que-cumplirla/
[5] @Melilla_Hoy. Twitter (10/11/2019). Hilo visto en: https://twitter.com/MELILLA_HOY/status/1193514928067563524

Comentarios